La complejidad del reemplazo del alternador varía considerablemente según la marca y el modelo del vehículo, desde procedimientos relativamente sencillos hasta operaciones laboriosas que requieren un desmontaje considerable. La dificultad del trabajo depende principalmente de la ubicación del alternador en el compartimento del motor y de la accesibilidad a los puntos de montaje y las conexiones eléctricas.
En muchos vehículos y camionetas de tracción trasera con compartimentos de motor amplios, el reemplazo del alternador puede requerir solo herramientas manuales básicas y una o dos horas de trabajo. Estas instalaciones suelen contar con pernos de montaje de fácil acceso y un tendido sencillo de la correa serpentina. Sin embargo, los vehículos modernos de tracción delantera con motores montados transversalmente suelen ubicar el alternador en lugares estrechos debajo de otros componentes, lo que a veces requiere retirar los soportes del motor o los componentes de la suspensión para acceder a ellos.
Varios factores contribuyen a la complejidad del trabajo. Muchos vehículos nuevos integran el alternador con componentes estructurales del motor o lo ubican debajo de los colectores de admisión. Algunos modelos alemanes de lujo tienen fama de incrustar el alternador en el valle del motor, lo que requiere horas de desmontaje. Los vehículos híbridos presentan desafíos adicionales debido a sus sistemas de alto voltaje y configuraciones de montaje especializadas.
Las consideraciones sobre el sistema eléctrico añaden un nivel adicional de complejidad. Un procedimiento adecuado requiere desconectar la batería para evitar cortocircuitos, y muchos vehículos modernos requieren procedimientos de reinicio de la computadora tras reemplazar el alternador. Algunos sistemas requieren procesos de inicialización específicos para que el regulador de voltaje se comunique correctamente con el módulo de control del motor.
Si bien un aficionado a la mecánica podría encargarse del reemplazo del alternador en ciertos vehículos, muchos autos de modelos recientes lo hacen impráctico sin herramientas y conocimientos especializados. La posibilidad de dañar componentes adyacentes o tensar incorrectamente la correa de transmisión suele hacer que la instalación profesional sea la mejor opción. Además, muchas tiendas de repuestos ofrecen instalación gratuita con la compra del alternador en ciertos vehículos, lo que elimina las complicaciones para los consumidores.