El alternador es la principal fuente de carga de la batería, pero esta relación implica una mayor complejidad que la simple reposición de la energía gastada. Cuando el motor está en marcha, el alternador se encarga de alimentar todos los sistemas eléctricos, a la vez que devuelve la batería a su estado de carga completa tras el arranque. Esta doble función requiere una regulación sofisticada para evitar tanto la subcarga como la sobrecarga; cualquiera de estas dos condiciones puede reducir significativamente la vida útil de la batería.
El proceso de carga comienza inmediatamente después de arrancar el motor. Durante el arranque, la batería puede descargarse hasta un 2-5% de su capacidad. El alternador inicialmente produce una mayor potencia para restaurar rápidamente esta carga, y luego entra en modo de mantenimiento. Los sistemas de carga modernos monitorean cuidadosamente el estado de la batería y ajustan los parámetros de carga según corresponda. Por ejemplo, una batería muy descargada recibe una corriente inicial más alta que disminuye gradualmente a medida que se acerca a la carga completa, mientras que una batería casi llena recibe la corriente justa para mantener su estado.
La compensación de temperatura representa otro aspecto crucial del funcionamiento de los alternadores modernos. La química de la batería responde de forma diferente a la carga a distintas temperaturas: las baterías frías requieren un mayor voltaje para una carga adecuada, mientras que las calientes necesitan un voltaje menor para evitar daños. Los sistemas de carga avanzados incorporan sensores de temperatura para ajustar la salida según corresponda, que suele variar entre aproximadamente 13,8 voltios en condiciones de calor y 14,8 voltios en condiciones de frío extremo.
Un aspecto a menudo malinterpretado es la interacción del alternador con las cargas auxiliares. El alternador no carga la batería en sí, sino que mantiene el voltaje del sistema a un nivel que permite el flujo de corriente hacia la batería cuando existe un excedente de energía. Con todos los accesorios en funcionamiento, el alternador puede dedicar la mayor parte o la totalidad de su potencia a los sistemas del vehículo, con poca o ninguna corriente fluyendo hacia la batería. Esto explica por qué los viajes cortos con un consumo eléctrico intenso pueden descargar gradualmente incluso una batería en buen estado.
La capacidad del alternador para cargar correctamente la batería depende de varios factores, como la tensión de la correa, el estado del cableado y el estado del regulador de voltaje. Un error común es creer que una lectura de 12,6 voltios en la batería es correcta, cuando en realidad esto solo indica carga superficial. Una verdadera evaluación del estado de la batería requiere medir el voltaje bajo carga y observar el rendimiento del sistema de carga durante el funcionamiento del motor.